23 de noviembre de 2007

MI REY

pobre y rico al mismo tiempo: pobre, materialmente. ¿Cómo nació? Pobre, envuelto en pañales en un pesebre de animales. ¿Cómo vivió? Pobre, entre los pobres de Nazaret, con lo esencial y necesario. ¿Cómo salió al apostolado? Pobre, con lo puesto, con una túnica; no tenía dónde reclinar su cabeza; se hospedaba en casa de amigos. ¿A quién elige? A pobres pescadores. ¿Qué predicaba? La pobreza de espíritu, es decir, el desprendimiento de las cosas materiales. ¿Cómo muere? Paupérrimo, sin nada, desnudo. Pero, al mismo tiempo, es rico espiritualmente: estaba revestido de toda la santidad divina, de todo el amor del Padre, de toda bondad, misericordia, mansedumbre y pureza.
Es un Rey entregado a la Causa encomendada por el Padre: la causa de la salvación eterna de todos los hombres. Desde la mañana a la noche predicaba, curaba, iluminaba, animaba, consolaba. De ciudad en ciudad. De pueblo en pueblo. ¿Cuándo dormía? ¿Cuándo comía? ¿Cuándo se quejaba? “Yo tengo otra comida...para esto he venido...hay otros pueblos que me esperan...”. ¡Qué Rey tan sacrificado, tan abnegado, tan olvidado de sí mismo! La Causa del Reino era su obsesión, su pesadilla, su ilusión, su tarea. Totalmente entregado las 24 horas. Y todo con inmenso amor de entrega.
Es un Rey humilde: Viene en el silencio de una noche, sin gritos, sin campanillas. Vive escondido treinta años en el anonimato de un pueblo oculto, Nazaret. Los milagros que realizaba los ofrecía a su Padre: Él era las manos y el corazón del Padre. Se agachó a lavarnos los pies. Soportó las insolencias y desprecios de los jefes religiosos y políticos de su tiempo que le humillaron, le maltrataron, le desvistieron, le golpearon, le escupieron, le abofetearon, le coronaron de espinas, le clavaron en una cruz y le mataron. Y Él no abría la boca. Como oveja muda era llevado al matadero. Humilde y sin resistencia tiende sus brazos al madero y lleva la cruz y se deja clavar. Todo por mí, para salvarme.
Consciente de su Realeza: “Yo soy Rey; Yo para eso he venido” dijo a Pilatos. Pero es distinto a los reyes de aquí abajo. Nuestro Rey sirve, sale de palacio para caminar por nuestros caminos polvorientos y ver las necesidades de cada uno de sus súbditos y así poner soluciones. Nuestro Rey sufre nuestras miserias y dolores y las comparte.
Es un Rey especial: porque tiene como trono, la cruz; como cetro, la verdad; como ley, el amor y el perdón; como vestidura, la humildad y la pureza; como corona, una de espinas labrada con todos los pecados nuestros. Su Reinado son las naciones, las familias y cada corazón, donde Él quiere reinar. No quiere que nadie quede fuera de su imperio de amor y paz.
¿QUÉ CLASES DE SÚBDITOS TIENE MI REY?
1. Los fieles: felices de enarbolar la bandera de Cristo, de servirle, de transmitir su ley y su mensaje. No cambian a Cristo ni por el rey de copas (placer) ni por el rey de oro (dinero) ni por el rey de bastos o de espada (violencia). Dicen “Viva Cristo Rey” con los labios y con la vida.
2. Los infieles: dejaron a Cristo por querer seguir una vida de comodidad, de placeres, sin compromisos. Tienen otros reyes en sus vidas.
3. Los cobardes y mediocres: viven en el ejército de Cristo, pero no luchan, no trabajan, no se esfuerzan. Siguen la ley del mínimo esfuerzo, de la queja continua, del sabotaje y de la mentira.

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“Jesús, Rey mío, Amor mío, permíteme pertenecer al equipo de los fieles, de los que saben reconocerte en todos y cada uno de los acontecimientos de su vida. De los que aprenden de los tropiezos, toman su cruz y te siguen. Quiero ser tuya en las buenas y en las malas y así, al final: me saciare de tu semblante Señor.”

20 de noviembre de 2007

Una fórmula Sencilla

Recuerdo que en la universidad hace algunos años, cuando cursaba Introducción a la Contabilidad (esto vino a mi memoria gracias a un programa radial que escuchaba el día de hoy), nos enseñaron una “formulita” que básicamente, podría decirse, soporta el ejercicio y práctica de la Contabilidad:

A= P + C (Activo= Pasivo + Capital)

Recordar esto y el hecho de haber estado hablando con un amigo sobre “el amor y otros demonios” me hizo pensar que la fórmula del amor debe ser un tanto parecida, lo que quiere decir que no es nada complicada. Creo que sería más o menos así: Amor =Pasión + Comprensión.

Claro, que es más fácil decirlo que ponerlo en práctica, pues si abusamos de cualquiera de los ingredientes de esta “fórmula mágica” podríamos tener una reacción inversa a nuestros deseos. Y es que en contabilidad también existe una regla muy sencilla, que vendría a aclarar este punto “Los Activos se deprecian por: Uso (mal Uso, diría yo, en el caso que nos ocupa); Desuso; o Abuso de su uso”. La cuestión está en darle a la formula, la dosis adecuada de cada componente en el momento justo.

Por supuesto que yo soy la primera convencida, por experiencia propia (lamentablemente, no todo puede aprenderse en cabeza ajena) de que las recetas mágicas no existen, hacen falta unos pocos ingredientes más que Pasión y Comprensión, tienen que entrar al caldero: el respeto, la tolerancia, la paciencia, la sinceridad, la fidelidad, la comunicación, la honestidad, la ternura y la perseverancia. No existe orden de importancia, sólo se necesita un buen asesor, Dios.

19 de noviembre de 2007

sólo El Amor

Debes amar la arcilla que va en tus manos,

Debes amar su arena hasta la locura

Y si no, no la emprendas que será en vano.

Sólo el amor alumbra lo que perdura

Sólo el amor convierte en milagro el barro.

Debes amar el tiempo de los intentos

Debes amar la hora que nunca brilla

Y si no, no pretendas tocar los yertos

Sólo el amor engendra la maravilla

Sólo el amor consigue encender lo muerto.

Silvio Rogríguez

16 de noviembre de 2007

Oda a la Sabiduría

La Sabiduría es un espíritu inteligente, santo, único, múltiple, sutil, móvil, penetrante, inmaculado, lucido, invulnerable, bondadoso, agudo, incoercible, benéfico, amigo del hombre, firme, seguro, sereno, todopoderoso, todo vigilante, que penetra todos los espíritus inteligentes, puros, sutilísimos. La Sabiduría es más móvil que cualquier movimiento, y, en virtud de su pureza, lo atraviesa y lo penetra todo; por que es efluvio del poder divino, emanación Purísima de la gloria del Omnipotente; por eso, nada inmundo se le pega. Es reflejo de la luz eterna, espejo nítido de la actividad de Dios e imagen de su bondad.

Siendo una sola, todo lo puede; sin cambiar en nada, renueva el universo, y, entrando en las almas buenas de cada generación, va haciendo amigos de Dios y profetas; pues Dios ama sólo a quien convive con la sabiduría. Es más bella que el sol y que todas las constelaciones; comparada a la luz del día, sale ganando, pues a éste le releva la noche, mientras que a la sabiduría no le puede el mal. Alcanza con vigor de extremo a extremo y gobierna el universo con acierto.
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Hace Días, me surgió la idea de crear éste blog, luego de escuchar una entrevista hecha a la china villamellera en la Sección Bloggeando del programa de Samir Saba, LA NOTA DIFERENTE. Creo que no pude encontrar una mejor forma de iniciar, que con esta exaltación a la sabiduría, petición ardiente que elevo al Padre, para que me conceda los manjares que Esta ofrece a quien la desea intensamente.